Os propongo reflexionar sobre los cambios que han supuesto para los gabinetes de prensa y la comunicación corporativa las consecuencias de la crisis, y más concretamente el cierre de medios de comunicación, tanto los más tradicionales como digitales.
¿Qué ha cambiado o debe cambiar en un gabinete que antes tenía a cerca de 20 medios de comunicación como referencia y ahora tiene a la mitad, algunos de ellos reducidos en periodicidad o reconvertidos en digitales?
Según lo veo yo, con el nuevo panorama de medios, por empezar por lo más simplón, recibiremos menos peticiones, que se comen buena parte del tiempo del día a día, con lo que podremos dedicar ese tiempo a otras cuestiones que muchas veces vemos relegadas. Pero, a la vez, dejaremos de tener acceso a esa pluralidad que también los gabinetes necesitan, a esos diferentes puntos de vista y a esas relaciones que nos permiten ayudarnos unos a otros informativamente hablando.
Por otro lado, está claro que nuestras notas de prensa y demás acciones tendrán menos visibilidad que antes, por lo que deberemos plantearnos cauces informativos alternativos. Aquí, cómo no, entran en juego las redes sociales. ¿Por qué no conjugar la labor física del departamento de prensa con otra digital? Muchos lo están haciendo ya, sobre todo en twitter, como el propio Gobierno central (@desdelamoncloa) o administraciones más pequeñas como el Ayuntamiento de Azuqueca de Henares (Guadalajara), @aytoazuqueca, por poner un ejemplo que me es más cercano.
Como profesionales, como dircom, hay que buscar alternativas al vacío que nuestros compañeros, y muchas veces amigos, están dejando tras el cierre de las distintas cabeceras. No podemos quedarnos como si no pasara nada, estancados en un modelo de comunicación interna y externa obsoleto, una comunicación que avanza a otro ritmo, empujado por las circunstancias de crisis actual y por los nuevos canales que se han creado independientemente de ella.
Por otro lado, la comunicación interna puede ser beneficiada ya que, sobre todo en gabinetes pequeños, muchas veces cojea al dejarla en un segundo plano. Y esto, desde el punto de vista de la marca, de la imagen, de la reputación, puede ser muy bueno.
Por decir algo más positivo, si es que de todo eso del cierre de medios podemos definir con ese calificativo alguna cuestión, destaco que los propios medios de comunicación supervivientes pueden adquirir más personalidad. Seguro que habéis escuchado alguna vez eso de "si todos dicen lo mismo!". Aunque pueda parecer contradictorio, creo que ahora, sobre todo con la menor presencia de diarios, los medios tienen la capacidad de ser más 'ellos mismos', de diferenciarse e intentar quizá renacer sin algunas de las ataduras que tuvieron en el pasado.
Ánimo a los supervivientes de este holocausto informativo!
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